La concentración es la capacidad de mantener la atención centrada sobre un objetivo o una actividad en concreto durante un largo periodo de tiempo. La atención es la base de la concentración y un requisito indispensable para la adquisición de conocimientos.
La concentración a la hora de estudiar no sólo se consigue con voluntad y motivación, hay otros factores a tener en cuenta:
- Fíjate el objetivo de lo que has de estudiar e intenta cumplirlo. Ten en cuenta que también necesitarás realizar algún descanso.
- Si tienes que estudiar más de una asignatura, cambia aproximadamente al cabo de una hora, de esta forma alargarás la concentración.
- Estudia en un lugar tranquilo, en el que estés cómod@ y donde no haya ruido. Los factores ambientales perjudican la concentración.
- Procura tener el material a mano y todo aquello que necesites consultar (horarios, libros, apuntes, etc.)
- Avisa a los miembros de tu familia, para que no te molesten y no sufras interrupciones.
- Prescinde del móvil, de la TV y de aparatos de música.
- Intenta aislarte de las preocupaciones que puedas tener, haz un paréntesis.
- Escoge un horario de estudio adecuado, no puedes estar demasiado cansado para empezar a estudiar. Tampoco es recomendable hacerlo después de comer o de cenar.
Para potenciar la concentración tenemos a nuestro alcance diferentes tipos de actividades que pueden ayudarnos, entre estos: el ajedrez, los sudokus, sopas de letras, juegos de mesa, etc.
También podemos hacer ejercicios concretos, como subrayar todas las “e” que hay en un texto, y después ir aumentando la complejidad incluyendo más letras a la vez (por ejemplo todas las “e”, ”m” y “p”).