¿Qué es?
Cuando nos diagnostican una enfermedad grave (como por ejemplo, una patología cardíaca, un cáncer o una enfermedad neurológica, entre otras..) es normal que pasemos por un proceso de adaptación en el que nos sentimos tristes, ansiosos o con mucha rabia. Con el tiempo tendremos que aprender a aceptar y ajustar nuestra vida a esta nueva realidad, con ello conseguiremos tolerar mejor el malestar que nos ha producido.
Causas
El diagnóstico de una enfermedad grave genera incertidumbre y preocupación, estos aspectos nos pueden hacer sentir mal.
Es un proceso normal y que dependerá de nuestra capacidad para gestionar la incertidumbre y para adaptarnos a nuevas situaciones.
¿Qué puedo hacer?
Tenemos que ser conscientes que nuestro malestar es debido a un proceso de adaptación a la enfermedad y que se trata de un proceso totalmente normal. En la medida de lo posible siempre que el médico lo considere, debemos intentar seguir con nuestras rutinas habituales.
También apoyarnos en nuestros amigos y familiares y mantenernos activos. Será muy importante cuidarnos físicamente y seguir las pautas médicas para tratar la enfermedad.
¿Cuándo es un problema?
Si este proceso de adaptación persiste durante mucho tiempo y las emociones asociadas se van intensificando, podría ser que sufras algún trastorno, como una depresión o un Trastorno de Ansiedad.