¿Qué es?
El lenguaje interno es un dialogo en si mismo. Es aquella voz interior que nos ayuda a reflexionar y a tomar consciencia de lo que vivimos, según nuestros pensamientos y a partir de lo que hemos aprendido con las experiencias vividas.
A menudo nos identificamos con nuestros pensamientos, sin cuestionar esa voz interior. Nuestras conversaciones internas se vuelven automáticas y dejamos de ser conscientes de los que pensamos. Las palabras que utilizan nuestros pensamientos en estas conversaciones internas influyen en como nos sentimos o en quien creemos que somos.
Por ejemplo, no es lo mismo decirte “soy un inútil porque no sé hacer retos de youtubers con mis amig@s” (pensamiento negativo-emoción negativa)… Que decirte “los retos de youtubers no son mi especialidad, pero soy muy buen@ jugando a los videojuegos online “ (pensamiento positivo-emoción positiva).
Ciertas dificultades pueden aparecer cuando los pensamientos negativos nos dominan e influencian en nuestros actos. Hacen que tengamos prejuicios y comportamientos negativos, que no corresponden a nuestras necesidades y capacidades reales. Puede afectar a nuestra autoestima, a nuestro estado de ánimo y puede hacer que dejemos de cuidarnos.
Un pensamiento negativo recurrente puede hacer que perdamos la motivación de hacer cosas que nos gustan.
¿Qué puedo hacer?
Pensar positivamente es un hábito saludable que nos hace sentir bien con nosotros mismos, nos da seguridad sobre aquello que decidimos y promueve nuestra autoestima. Es como tener una voz optimista en nuestra cabeza que nos hace ver siempre el lado positivo de las cosas que nos pasan.
Ser consciente de lo que piensas y observar tu diálogo interno (auto-observación consciente), te ayudará a detectar tus pensamientos negativos con el objetivo de poderlos contrastar, poner en duda y convertirlos en una conversación positiva contigo mismo y así, conseguir tus objetivos.
Observarnos los pensamientos y el diálogo interno no es fácil. Es necesario entrenarse diariamente para conseguir ser más consciente de aquello que pasa por nuestra cabeza. Sólo escuchándonos un poco durante algunos momentos al día, hace que estemos entrenando esta capacidad de auto-observación de los pensamientos y sentimientos.
Es como ir al gimnasio, al principio te será difícil ponerte a hacerlo, pero cuanto más entrenes mejor te saldrá. También te pueden ayudar algunas técnicas de mindfulness (basadas en ejercicios de relajación y meditación).
¿Cuándo es un problema?
Pese a que no le demos mucha importancia, el hablar con uno mismo influye mucho sobre nuestra autoestima y autoconfianza.
Pensar negativamente es un mal hábito que nos hace sentir mal y va en nuestra contra. Puede afectar a nuestra autoestima, a nuestro estado de ánimo y puede hacer que dejemos de cuidarnos. Un pensamiento negativo recurrente puede hacer que perdamos la motivación de hacer las cosas que nos gustan.
Si aprendemos a observar nuestro diálogo interno, viviremos de una forma más positiva, siendo conscientes de nuestras capacidades y conseguiremos nuestros objetivos.