Trastornos de la conducta alimentaria

Obsesión por los alimentos y el peso que afecta el bienestar de la persona: Interfiere en el funcionamiento de la vida diaria.
PENSAR y SENTIR de forma negativa respecto al peso y a la imagen corporal (linkar a No me gusta mi cuerpo) i los hábitos alimentarios que hacen que se manifieste un rechazo a la imagen que se tiene del propio cuerpo.
Afecta sobretodo a mujeres adolescentes, pero también a niños y chicos.

Hay dos tipos principalmente:

Obsesión por adelgazarse con pérdida de peso muy importante
Preocupación exagerada por el contenido de calorías de los alimentos y por las dietas
Control exhaustivo de lo que se come, evitando el consumo de determinados alimentos, especialmente los que llevan más grasas y calorías
Miedo a ganar peso y convertirse en obeso
Distorsión de la imagen del propio cuerpo, es decir, verse obeso cuando el peso está por debajo del recomendado
Aumentar la actividad física, vomitar o utilizar diuréticos/laxantes para favorecer la pérdida de peso
Afectación del estado psicológico de la persona: tristeza, cansancio, aislamiento de la familia y de los amigos, cambios súbitos de humor, irritabilidad, desinterés por todo aquello que no sean los estudios o el peso o la dieta, pensamientos de muerte (mira aquí) y de autolesionarse
Afectación del estado físico de la persona: irregularidades o pérdida de la menstruación, sensación de frío, estreñimiento, piel seca, pálida y cubierta de pelo muy fino, pérdida de cabello, etc.
En casos graves, la malnutrición puede causar deshidratación, enlentecimiento y debilidad del corazón, arritmias cardíacas y puede producirse la muerte por las complicaciones médicas derivadas

Consiste en comer una gran cantidad de alimentos en un corto periodo de tiempo (atracones) seguidos de un intenso sentimiento de culpa y menosprecio que puede llevarnos a diferentes conductas inadecuadas para compensar el atracón (como vomitar, tomar laxantes, no comer o hacer mucho ejercicio..)
Se puede tener un peso normal, por debajo o incluso un sobrepeso.
Afectación del estado psicológico: sentimientos de culpa, baja autoestima, depresión, ansiedad, irritabilidad, consumo de drogas, pensamientos de muerte y autolesionarme.
Además de las consecuencias propias del adelgazamiento o de engordarse en exceso, los vómitos y el resto de conductas de purga, pueden causar pérdida del esmalte dental, caries, así como otros problemas graves como heridas o rotura del esófago, arritmias cardíacas, crisis epilépticas, alteraciones renales e infecciones pulmonares por aspiración del vómito.

Pubertad: implica una serie de cambios físicos que pueden ser difíciles de afrontar para niños y adolescentes.
Moda y medios de comunicación: la presión social a la que la población está sometida de satisfacer un ideal de éxito y de belleza determinada caracterizado por estar extremadamente delgado.

Factores familiares: Influencia sobre mantener una alimentación adecuada
Vulnerabilidad personal: Tener una personalidad caracterizada por la baja autoestima, el perfeccionismo y obsesividad
Trastornos emocionales: sufrir una depresión o un trastorno de ansiedad .
El ejercicio excesivo puede ser un factor influyente, por eso en ciertos grupos donde el control del peso es relevante como en el caso de bailarines, gimnastas u otros deportistas, se puede tener un mayor riesgo de desarrollar algún tipo de trastorno alimentario.

Si sospechas de alguno de estos trastornos:

Trabaja la autoestima para sentirte seguro y aceptado (echa un vistazo a Cómo favorecer tu autoestima).
Desarrolla unos hábitos alimentarios saludables.
Solicita ayuda médica cuanto antes mejor. Habla con tu medico de familia o con un especialista y explícale lo que te pasa, te ayudará poder hablar de los sentimientos y emociones relacionados con la imagen corporal y así poder recuperar tu salud física y mental.