¿Qué es?
El bullying o acoso quiere decir intimidación entre iguales.
Te encuentras delante de una situación de bullying si observas o sufres una agresión física y/o psicológica por parte de uno o más compañeros de forma continuada en el tiempo.
Es importante que diferencies lo que puede ser una broma pesada aislada o una pelea entre compañeros. Estamos delante de un bullying cuando las conductas agresivas se producen de forma sistemática y frecuente con la intención de hacer daño y cuando la víctima no puede o no sabe defenderse.
Las conductas que se consideran como acoso pueden ser: pegar, dar empujones, amenazas, intimidaciones, romperle objetos a la víctima, difundir rumores falsos sobre una persona…. También se han de tener en cuenta las agresiones sociales tales como: rechazar a alguien en los juegos del patio o ignorar a un compañero.
Hablamos de Ciberbullying cuando la intimidación se produce a través de las redes sociales, y se manifiesta en forma de amenazas directas, robo de contraseñas, suplantación de identidad, publicaciones ofensivas, etc.
¿Cuándo es un problema?
Si no sabes cómo reaccionar, tienes miedo y evitas ir a la escuela, te sientes angustiado, con baja autoestima, no quieres encontrarte con tu agresor, no sabes cómo defenderte…. Es el momento de buscar ayuda.
¿Qué puedo hacer?
¡¡No te quedes callado/da!!
Pide ayuda a tus padres, familiares, amigos, profesores, psicóloga de la escuela o a la enfermera del Instituto. Confía en los profesionales del Instituto y del Centro de Salud. Ellos te ayudarán, te escucharán y te darán un espacio de confidencialidad. No te mereces ser maltratado por nadie. Todos merecemos respeto.
Si ves que alguien sufre maltrato verbal o físico por parte de otros compañeros, no dudes en denunciarlo a los adultos cercanos a la familia o a la escuela.