¿Qué es?
Cuando muere un ser querido, es normal que aparezca malestar. Pueden aparecer diferentes emociones (tristeza, ira, ansiedad, culpa…) que cada persona exteriorizará de diferente forma.
El duelo es el término que se utiliza para describir este proceso que aparece a consecuencia de una pérdida, se trata de un proceso natural y normal. Es habitual que sintamos tristeza, nerviosismo y enfado, o que le demos vueltas y más vueltas a lo que ha pasado.
Superar el duelo requerirá de tiempo, pero con la ayuda de la familia y los amigos la mayoría de la gente consigue hacerlo.
Causas
El duelo es una experiencia universal y se trata de una respuesta natural a una pérdida. Los siguientes factores pueden afectar en la forma en que experimentamos el duelo:
- La relación que nos unía a la persona que ha muerto
- La circunstancias que han rodeado la muerte
- La forma en que tenemos de gestionar el malestar emocional en el pasado
- El soporte familiar y social que tenemos
¿Qué puedo hacer?
Es importante tener en cuenta que cada persona puede seguir un proceso diferente en el duelo. No hay unas fases fijas por las que todo el mundo tiene que pasar.
Poco a poco hemos de intentar seguir con nuestras rutinas, buscar momentos para expresar nuestro malestar con amigos y familiares, pero también hemos de ser conscientes de que en algunos momentos nos abordarán emociones intensas que deberemos aprender a gestionar solos.
Es importante también que nos cuidemos haciendo ejercicio (¡mirad!), siguiendo una dieta sana (algunas ideas) y unas pautas para dormir bien (echa un vistazo a la entrada).
¿Cuándo es un problema?
Si con el paso del tiempo, el malestar no se va atenuando, puede ser que nos encontremos con una complicación del duelo. Esto significa que esa tristeza o ese nerviosismo se han ido intensificando hasta desarrollar una depresión o un trastorno de ansiedad.
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