¿Qué son?
Las técnicas de relajación son unos ejercicios que ayudan a ser consciente del propio cuerpo para poder relajar las diferentes partes y así poder combatir las emociones negativas que generan tensión.
Son útiles para aprender estrategias para el control de ciertas conductas y afrontar o reducir miedos, ansiedad o síntomas depresivos.
La técnica de la Relajación Muscular Progresiva de Jacobson es un ejemplo y consiste básicamente al aprender a tensar y después relajar los diferentes grupos musculares del cuerpo, de forma que aprendamos a diferenciar entre las sensaciones que tenemos cuando el músculo está tienes y cuando está relajado.
Un golpe se aprende a diferenciarlo y la práctica se ha convertido en un hábito, estaremos en mejores condiciones para identificar y tratar las diferentes situaciones cotidianas que nos generan ansiedad, tensión o emociones negativas.
¿Qué tengo que hacer?
Lo primero a tener en cuenta es que tienes que buscar un lugar tranquilo, donde te sientas cómodo (como tu habitación por ejemplo) y que no haya demasiado ruido que te distraiga.
En primer lugar realizaremos unos ejercicios para el control de la respiración:
– Imagínate que eres un globo que lentamente se va hinchando (ve levantando los brazos mientras se hincha) para después deshincharse (expirando el aire y bajando lentamente los brazos)
– Cuando tomes aire pausadamente lo tienes que imaginar de tu color preferido y así llenarás todo el cuerpo de tranquilidad y bienestar. Tienes que notar cómo entra por la nariz, baja por la garganta y llena los pulmones a medida que una agradable sensación de calor invade tu cuerpo.
Después centraremos la atención en la tensión y relajación de los brazos y manos, la cabeza, el cuello, hombros, pecho, espalda, barriga y las piernas. En cada ejercicio, el tiempo dedicado a tensar tiene que ser aproximadamente la mitad del dedicado a relajar: tensar 5 segundos y relajar 10 segundos.
Es importante que pienses que la tensión es una cosa desagradable y después la relajación que se produce es una cosa agradable. Al finalizar los ejercicios es recomendable ocupar el pensamiento imaginando una situación agradable o de placer para tú, haciendo, por ejemplo, un viaje imaginario a tu lugar preferido.
¿Cuándo las puedo utilizar?
Al inicio se tienen que hacer todos los ejercicios antes de ir a dormir (a poder ser cada día y si no, el máximo de días posibles), en unos 10 minutos aproximadamente y hasta que se conviertan en un hábito.
Como muchas otras cosas, las técnicas de relajación son cuestión de práctica y, como más lo pruebes, mejor te saldrán.
Después, tu cuerpo aprenderá a notar las sensaciones y a identificar cuándo estás tenso y así, aplicar los ejercicios de manera funcional en otras situaciones.